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¡A tener en cuenta si contratas con el Estado!
En este escenario de incertidumbre, detonado por la escasa actividad económica que aparejó el aislamiento social, preventivo y obligatorio y las variantes que le sucedieron, al que se le suma la constante de la inflación y caída del poder adquisitivo, explorar otras alternativas para ofrecer y colocar nuestros bienes y servicios no parecería -en principio- una mala idea; por el contrario, podría traducirse en una verdadera oportunidad, máxime cuando nos guía la convicción de mantener en pie la empresa y la fuente de trabajo de sus empleados.
En esa búsqueda, no debemos perder de vista que, hoy por hoy, el Estado (nacional, provincial y municipal) no sólo monopoliza la tracción de ciertas actividades económicas y productivas, sino que, además, siempre ha sido un “gran consumidor” de bienes y servicios para poder cumplir con sus cometidos públicos.
Así pues, si llegó a pensar o analizar la posibilidad -bien para experimentar o bien por interés- de presentarse en algún procedimiento de contratación con el Estado (licitaciones, concursos, gestiones directas, entre otros), le proponemos tener en cuenta las siguientes sugerencias:
1. Adquirir los pliegos de bases y condiciones con la mayor antelación posible, salvo que desee especular con la presentación de otros oferentes.
2. Estudiar detenidamente cada uno de los puntos de los pliegos de bases y condiciones y, concretamente, aquellos previstos en el pliego de condiciones particulares, específicas o técnicas para cerciorarse de que el bien o servicio que vaya a ofrecer cumpla con los requerimientos de la Administración Pública.
3. Disponer del tiempo y, en su caso, del personal suficiente, para elaborar el legajo de presentación de la oferta, pudiendo acudir a los modelos que se publican en los distintos portales de compras de los gobiernos.
4. Si tiene dudas acerca de la interpretación o alcance de algún punto de los pliegos, no dude en intentar evacuarlo con la autoridad contratante o bien con algún asesor especializado de su confianza, haciéndole todas las preguntas necesarias hasta despejar completamente su incertidumbre, pues cualquier error en su presentación puede conducir a su posterior descalificación.
5. Concurra siempre al acto de apertura de ofertas, controle que su desarrollo sea normal y transparente, tome razón de los incumplimientos de los demás oferentes y, en su caso, haga constar en el acta respectiva las observaciones que crea convenientes.
6. Pida vista y copia de las actuaciones administrativas y estudie detenida y comparativamente todas las ofertas, anotando las inobservancias al pliego (formales, técnicas, económicas) de las demás propuestas que servirán de sustento para una eventual observación o impugnación.
7. Examine cuidadosamente los fundamentos del informe de preadjudicación de la oferta más conveniente y el anclaje legal del consecuente rechazo de las demás propuestas para, en su caso, merituar la formulación alguna observación y/o impugnación.
8. Finalmente, atienda la motivación y encuadre legal del acto de adjudicación (decreto, resolución, decisión, etc.) a la oferta más conveniente y consulte con sus asesores legales sobre la posibilidad de éxito de una impugnación a dicho decisorio (vía recurso administrativo o judicial).
Esperamos que estas breves recomendaciones le resulten de utilidad, animándolo a presentarse en contrataciones públicas, y recuerde que todas las jurisdicciones (Nación, Provincias y Municipalidades) cuentan con normas que le otorgan preferencia o prioridad a la hora de contratar, si sus productos o servicios son de origen local.
No obstante, ante cualquier duda, nos encontramos a vuestra entera disposición.